El tercer mayor fabricante de zumo de naranja del mundo ha sido acusado por varios de los productores que le suministran los cítricos por manipular en su provecho las mediciones de calidad de la fruta

Según informa el Diário do Comércio, Indústria e Serviços de Brasil, el grupo Coinbra-Frutesp, considerado el tercer mayor fabricante de zumo de naranja del mundo, está siendo investigado por la justicia brasileña a raíz de las acusaciones de varios citricultores que denuncian fraude en la medición de calidad de sus naranjas.

La abogada responsable del caso, Michelle Sanchez Figueiredo, ha hecho por ahora dos acusaciones formales. En primer lugar acusa a la procesadora de manipular los valores de la tasa de Rendimiento de Fruta (TRF), una de las variables que constituyen la base del precio de pago a los productores, en perjuicio de éstos. En la segunda alega que, según una auditoria realizada hace dos años por una empresa contratada por los citricultores, los valores del TRF presentados por Coinbra-Frutesp no coincidían con aquellos utilizados para pagar las naranjas.

De acuerdo con la abogada, el contrato firmado entre productores y la compradora estipulaba que el grado de acidez de la fruta, denominado ratio, debía estar entre los 13 y los 16 grados para que la naranja pudiese considerarse “buena”. En caso de que se desviara de este patrón, el productor era penalizado.

Uno de los factores que más afecta a la acidez de la fruta, según argumentó Figueiredo, es el momento de su recogida: si es temprana, el grado es mayor; si es tardía, menor. Al ser la propia Coinbra-Frutesp la que decidía el momento de la recogida de las naranjas, podía imponer sanciones siempre que lo deseara. “Los técnicos de la procesadora eran los que visitaban las plantaciones y decidían cuándo tenía que recolectarse”, explicó.

Además había casos de demora, ya que la empresa no estaba en condiciones de procesar todas las naranjas de todos los productores simultáneamente, hasta el extremo de que mucha fruta se echaba a perder. En esos casos, los productores no recibían nada por las naranjas.

El director ejecutivo del grupo Coinbra-Frutesp, Fernando Moraes, ha respondido a las acusaciones de la abogada afirmando que su empresa no determinada de ninguna manera el momento de recogida de la fruta, sino que lo decidía con el productor. “La naranja no es un producto que pueda ser recogido en un día y ser inmediatamente entregado”, señaló Moraes, “hace falta un periodo razonable de tiempo para que eso pueda llevarse a cabo”.

El director también explicó que su grupo tiene interés en mantener buenas relaciones con los productores. “Cumplimos estrictamente con lo que está previsto en el contrato. Si hay alguna disparidad de interpretación por parte de algún productor, puede ir a la justicia si quiere”. Además, consideró que de los 2.000 productores con los que cuenta, el número de disidentes y de parcelas denunciantes es un número ínfimo.

Coinbra-Frutesp espera ahora la citación oficial de la justicia brasileña para preparar su línea de defensa en este caso. Un gran contratiempo para el grupo ha sido el hecho de que un ex-director de la empresa, Paulo Ricardo Machado, ha confirmado durante las investigaciones la existencia de los fraudes mencionados por la abogada Figueiredo.


Fuente: Infocitrus.com

Coinbra-Frutesp sale en su defensa

La compañía fabricante de zumo de naranja de Brasil ha difundido un comunicado en el que rechaza las acusaciones de fraude y declara “una campaña de difamación” en su contra

El grupo Coinbra-Frutesp, uno de los principales fabricantes de zumo de naranja del mundo y actualmente bajo investigación por parte de la justicia brasileña a causa de una demanda de fraude, ha salido al paso de las acusaciones mediante un comunicado en el que denuncia “una campaña de difamación” en su contra, y asegura su inocencia. Tal y como publicó www.infocitrus.com, se imputa a la compañía el haber manipulado en su propio beneficio la Tasa de Rendimiento de Fruta (TRF), variable sobre la que se constituye el precio de pago a los agricultores que suministran los cítricos, durante la campaña 1999-2000.

“Un grupo de personas compuesto por abogados (haciendo referencia a la responsable del caso, Michelle Sanchez Figueiredo) y antiguos directores de Coinbra-Frutesp (aquí haciendo mención a Paulo Ricardo Machado, exdirigente de la empresa que ha confirmado la existencia de fraude) vienen incitando a los productores para que inicien acciones judiciales contra la compañía”, señala el comunicado. Esta campaña “de cara a los medios de comunicación”, sólo pretende “desacreditar a la empresa delante de sus suministradores” y así promover las incautaciones y perjudicar su posición en el mercado.

La compañía brasileña “reafirma su compromiso de buena fe, lealtad y transaparencia”, y para ello atestigua que el cálculo del TRF se basa en los términos previstos en los contratos firmados con sus productores. Para reafirmar su inocencia, informa que los resultados vienen avalados por cuatro empresas de auditoria independientes, tres de las cuales presentaron sus resultados ante los propietarios interesados.

El comunicado de Coinbra-Frutesp adopta un tono mucho más severo cuando acusa a varios de los exdirectores de estar cometiendo, a su vez, ciertas irregularidades. Sin dar el nombre, inculpa a uno de ellos de dirigir una empresa que contrata y paga abogados para iniciar casos contra la compañía brasileña, de manera que ofrecería “cláusulas de riesgo” a los productores con el objetivo de lucrarse. A su vez, los agricultores aceptarían iniciar las diligencias contra Coinbra-Frutesp bajo la promesa de que la demanda no supone ningún riesgo, algo que la empresa señala que no es cierto, ya que “se exponen a las consecuencias legalmente previstas”.

(Adjuntamos comunicado de Coinbra-Frutesp en portugués)


Fuente: www.Infocitrus.com